Durante las crecidas del río Guanusacate en febrero y marzo de 2015 el barrio Quintas de Santa Elena se vio seriamente afectado. Como parte de la reconstrucción se hizo una plazoleta con juegos que es el único espacio verde del sector y se encuentra con cierto deterioro y con total falta de forestación. Esto llevó a los vecinos del barrio a analizar la grave falta de espacios adecuados para el esparcimiento, la recreación y las actividades al aire libre en la zona este de la ciudad, las personas para realizarlas deben dirigirse a la zona centro u oeste de la misma.
En este análisis también se detectó una gran degradación de las márgenes del río, contaminación, desvalorización del recurso natural, (desmonte de sus riberas), falta de arbolado que ayude a la contención de fuertes vientos y a la absorción del agua de lluvia y de la proveniente de los desagües naturales de las nuevas urbanizaciones.
Otra situación de peligro detectada es la inseguridad para las personas que circulan caminando o en bicicleta por la calle Murcia, principal vía de acceso, ya que la misma no tiene aceras, obligando a las personas a circular por la calzada y en tramos tampoco cuenta con iluminación.